El precio del arte y su disfrute

Precio: Valor pecuniario en que se estima algo.

Arte: Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.

Hace algún tiempo discutía con un amigo sobre si el soporte de una obra de arte forma parte indisociable de ella. Él mantenía que sí, yo mantenía que en algunos casos sí, pero que en otros no y que se pueden crear obras de arte en las que el soporte no es importante.

Es cierto que existen obras de arte en las que el soporte es parte de la obra y ese soporte físico es el que hace única la obra: jamás existirán dos iguales.


Pero también es cierto que en muchas obras de arte el soporte es meramente circunstancial. Son el soporte y los medios que tenía a mano el artista en el momento de crearla, sin más importancia que esa.

Un claro ejemplo de esto son los dibujos de artistas en servilletas, como Picasso. Nadie se atrevería a desechar esta obra simplemente por su soporte. El dibujo tiene el mismo valor, artísticamente hablando, si está hecho sobre una servilleta como si está en un lienzo.

Otro ejemplo en que el soporte no forma parte de la obra es la música. La partitura es lo que escribe el artista, y es una obra de arte en sí misma, esté escrita a mano o perfectamente mediante imprenta: lo que importa son las notas. 
La interpretación de la obra musical por una orquesta es otra obra de arte por sí misma y el soporte tampoco forma parte de ella: da igual que esté grabada en un CD o en un archivo: lo que importa es el sonido.


Artistas como Andy Warhol ya hicieron obras de arte que se producían como churros y no por ello dejaban de ser "una obra de arte original de Andy Warhol".

Los que expeculan en el comercio del arte lo hacen con obras en las que el soporte físico es único. Más que decir que la obra es única lo que es único es el soporte.

Hacer una copia del David de Miguel Ángel no es algo difícil y ya existe. En la Plaza de la Señoría, en Florencia, hay una copia porque el original está en la galería de la Academia de Florencia.
Decir que la copia no  insipira lo mismo que el original, más cuando están realizadas ambas sobre el mismo material, es decir que lo que importa es el mármol. "Cuando un dedo apunta al cielo el tonto mira el dedo."

Casi cualquier forma de expresión artística sería reproducible digitalmente sin que las diferencias mermasen la "cantidad de arte" en ella contenida por lo que podría crearse originalmente en formato digital. Pero esto es un muy mal negocio para los comerciantes de arte y los artistas. 

Que una obra pueda reproducirse infinitamente como "copias" de un original y que sean indistinguibles de él es a lo más que puede aspirar una obra de arte: difundir su mensaje a todo el mundo prescindiendo del soporte. Pero ¿cómo se beneficia el autor de su creación? Este es el problema actual del Copyright. El beneficio de los comerciantes es a parte: su negocio es la especulación, no el arte.

Artistas como Banksy no enmarcan sus obras, las crean en la calle, que es donde creen que cumplen mejor su función. Pero de algunas de estas obras se pierde el "original" y sólo quedan las fotografías y posiblemente el stencil con que se hicieron. Esto último es quizás lo único con lo que pueda comerciar algún día el artista.


Mientras tanto, el público puede disfrutar de estas obras y su mensaje.

Banky parece ser uno de esos artistas que públicamente entra en el juego de la especulación del arte, pero que en privado dedica parte de su tiempo al arte en sí. Es una opción muy acertada para el artista que quiere hacer arte y no morir de hambre.

Los grandes museos nacionales que tienen obras cuyo Copyright ya ha expirado, deberían ofrecer gratuitamente las obras en un formato digital que permita su reproducción. Quien tenga un comedor suficientemente grande como para colgar "Las meninas" de Velázquez no debería tener impedirmento para hacerlo. Incluso una copia plana, sin la rugosidad de las pinceladas sería una obra que transmite lo mismo. Habrá quien quiera disfrutar de la textura de las pinceladas, pero esa persona estaría más interesada en la técnica que en el mensaje. El cielo y el dedo.

Pero los estados no están por la labor de mimar al pueblo al que se deben. 

Por otro lado la fotografía digital ha permitido que obras que antes se considerarían únicas, por existir  unos negativos originales, ahora puedan ser difrutadas por cualquiera, siempre que el autor libere el archivo original de la foto. Y la posibilidad está ahí. Sólo queda ver cuántas obras de arte maestras de la fotografía se liberan, 
Por desgracia auguro que pocas: no se beneficia de ello ni el artista ni el especulador de arte por lo que no se les dará publicidad. Pero estar estarán, y sólo hay que encontrarla.

Entonces, ¿Una obra de arte vale lo que se consigue especular con ella? En gran parte. ¿Cuánto vale una obra de Banksy? No se sabe, porque no se venden. Y quien tiene una la retendrá para poder especular con ella, sin saber que la parte física de los dibujos de Banksy, no es la parte important de la obra. De ahí que vendiera liezos con sus dibujos en Nueva York. Es una forma de hacer evidente lo ridículo del concepto "original" y pagar cantidades desmesuradas por ellos.

Como ilustración del concepto "original" tenemos a João Penalva y su obra compuesta por siete mechones de pelo cada uno enmarcado en su propio cuadro. Sólo uno de los siete es un marco original con un mechón de pelo verdadero del filósofo y crítico John Ruskin. Los otros seis marcos son falsificaciones del original hechas por Penalva que no intentan ser una copia del original, sino algo que podría pasar por el original.

El interés de esta obra consiste en:
1.- La obra está compuesta por exactamente siete cuadros, incluidas las "falsificaciones".
2.- Uno de los cuadros no es obra de Penalva, pero aun así forma parte de esta obra.
3.- Las falsificaciones, por ser una nueva obra, pasan a ser originales.
4.- El cuadro que no hizo Penalva es el original en que se basa el resto de la obra.
5.- No sabemos cuál es el cuadro original.

El mensaje es ¿qué valor de das a una obra cuando no sabes si es el original? ¿Tan fácil es pasar de una falsificación a un original?

Ya veo obras que me parecen geniales y que en cambio no se venden, están gratuitamente por Internet. Obras que también me comunican cosas como tantas otras que hay que comprar o pagar por verlas.

¡Qué fácil es difrutar del arte con criterio propio!

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