En este reportaje podemos ver cómo la empresa Coca-Cola decía una cosa sobre la contaminación por plástico e internamente luchaba en contra de cualquier medida al respecto, gracias a un documento interno filtrado al público.
La excusa del directivo es que el documento es antiguo y que la posición de Coca-Cola ha cambiado, sin aclarar los detalles.
Lo que me sorprende es que la periodista no le preguntara como a los niños "Entonces, mintieron. ¿Volverán a mentir?". Porque los directivos de Coca-Cola están haciendo lo mismo que los políticos: cinismo salvaje. Y aquí no pasa nada.
Ya dejé de comprar y consumir productos de Coca-Cola cuando el escándalo del cierre de plantas de embotellado en España, pero su cinismo me lleva reafirmarme en mi decisión.
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