Pero superado mi prejuicio y mi horripilación por la referencia a los niños soldado y dándole una oportunidad he visto la película y ya puedo opinar con fundamento.
Pertenece de lleno al género "palmaditas en la espalda". Este género se basa en coger un personaje con el que el espectador pueda identificarse fácilmente y luego encumbrarlo como lo más de lo más, como el salvador, el único, el especial, el elegido, el mejor. En este caso se trata de niños que juegan mucho y muy requetebién a juegos de guerra, algo bien fácil de encontrar actualmente. No va de niños con un habilidad loable, no. Tiene como héroes a niños cuya habilidad es precisamente por la que los padres deberían esforzars en evitar o al menos mantener en un nivel saludable.
"El juego de Ender" es un ejercicio de basto onanismo para el espectador alcual solo se le pide no tener demasiado cerebro para poder dejarse llevar por el simplón argumento de fondo y hundirse en él hasta las orejas, para que luego pueda salir del cine con un sentimiento mezcla de alivio por ser normal y alegría por la cercana posibilidad de ser tan especial que le ha mostrado la película.
A corto plazo mi preocupación al respecto de este género estará al nivel de la recaudación que obtenga esta última película.
No veía una película tan mala desde "After Earth".
Si no lo han bastardeado, el argumento de Orgullo y prejuicio procederá de la novela de Jane Auste. Que no he leído.
ResponderEliminarCine de palmaditas en la espalda, novelas de palmaditas en la espalda... Son lo mismo.
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