Muchos, pero que muchos programas, muestran un “splash screen” al
iniciarse, pero no siempre ha sido así. Antes los programas se inciaban
sin más, en un abrir y cerrar de ojos, o si no se sabía quese esraba iniciando porque oíamos el traqueteo de la disquetera, pero a partir de cierto momento, tardaban un tiempo
considerable antes de mostrar nada en la pantalla así que lo que un
programador listo pensó que hasta que se pudiera mostrar la ventana
principal del programa era calmante para el usuario mostrarle algo
conforme el programa se estaba iniciando. Mientras se mostraba esta
ventana con apenas el logotipo del programa éste iba realizando los
trabajos necesarios de inicialización.
Le quedó tan bonito que a partir
de entonces hubieron tortas por imitarlo, aunque fuera de forma burda. El
resultado es que muchos programas muestran un splash screen muerto, que
no hace nada mientras se muestra. Son mera publicidad que retrasan el
inicio del programa real. Otros van más allá y no sólo no hacen nada si no que
además se muestran en primer plano, impidiendo trabajar con otros
programas mientras el inútil splash screen está en la pantalla: justo
todo lo contrario de la intención con la que se debiera haber creado. Un
ejemplo es el del programa TOAD, al menos en su versión 9.7.0.51.
¿Cómo
debe ser un splash screen?
1.- Debe mostrarse casi de inmediato al
iniciarse un programa, avisando al usuario de que en efecto se está
iniciando.
2.- El programa debe hacer trabajos de inicialización mientras
se muestra y únicamente hasta que el programa pueda mostrar su entorno normal de trabajo.
3.- No debe saltar al primer plano y quedarse ahí. El usuario debe poder cambiar a otra aplicación y trabajar con ella mientras la otra se inicializa.
Espero que esos programadores comprendan la
utilidad real de un splash screen y hagan la vida más sencilla al
usuario, que es su último fin.
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