El cardenal Rouco Varela, querido y amado por todos los españoles por sus ideas y comentarios, siempre tan acertados, tan comedidos, tan respetuosos y tan justos, se muda a un pisito de CUATROCIENTOS metros cuadrados, SEIS habitaciones, CUATRO cuartos de baño y una terraza con VISTAS a Madrid.
Lo de las seis habitaciones lo entiendo: un ego como el de Rouco no cabe en cualquier parte. Lo de los baños también: tanta mierda saliendo de ese cuerpo no puede evacuarse a tiempo con un solo baño. Incluso también la terraza: solo hace falta imaginar como debe oler el pisito tras la ingente cantidad de mierda de la que es capaz este ser, y necesitará que le de el aire, respirar a.
Todo un ejemplo de voto de pobreza. Y coherencia. ¡Bravo! ¡Bravísimo!
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