Parece mentira que quienes deberían tener una moral más elevada que los demás se comporten como mafiosas.
Mujeres adolescentes engañadas, coaccionadas y amenazadas para retenerlas: esto pasaba en un convento de clausura de Santiago de Compostela hasta que la policía las liberó.
Las vocaciones ya no son lo que eran y hay que "animar" a las jóvenes a entrar y quedarse en el convento.
Las monjas: unas tan buenas personas y otras... En la viña del señor hay de todo, y las monjas no es una excepción.
Sólo deseo justicia para las víctimas y trullo para las autoras.
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