El la película "Origen" Leonardo DiCaprio hacía girar una peonza como parte del argumento (sí: es una simple peonza).
Poco después se vendían en plateado, dorado, acero y otras variaciones para los gustos más exigentes.
E Internet inundada de anuncios de estas peonzas como para hacerte vomitar.
Y luego llegaron los fidget spinners, un puñetero cojinete de toda la vida con tres pesos para darle más inercia, que vemos en las manos de hasta el hijo de Donald Trump. Quizás se lo regalara su padre o algún "influencer".
Anda se se han matado en hacer un juguete.
— "Oye, ¿qué nueva mierda les vendemos a los pardillos?"
— ¿Qué tal una pinza de la ropa? Podemos hacer como con la peonza de DiCaprio y hacerlas en distintos colorines.
— ¡Nah! Todo el mundo tiene pinzas de la ropa en su casa y ya las hay de colorines ¿Y un cojinete?
— ¡Cojonudo! Que comiencen a fabricar doscientos millones, para empezar.
Y así estamos a día de hoy. Lamentable.
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