Pedro Sánchez sigue igual

Pedro Sánchez no está de acuerdo con el techo de gasto.

Vamos a ver, Pedro: ¿te importaría dejar de tomarnos por gilipollas?

Los gobiernos pueden endeudarse (gastar más del dinero que tienen, pidiendo préstamos, que tienen un interés) si ese gasto es una inversión de la que se obtendrá un beneficio social antes que no si se espera a tener el dinero sin pedir un préstamo, consiguiendo el beneficio antes pero habiendo pagado un interés.

Pero esas inversiones con préstamos tienen cierta incertidumbre de si se conseguirá el beneficio buscado.

Un gobierno puede pedir dinero prestado para construir una carretera que permita que se desarrolle una zona, pero si tras construirla esto no sucede, aún queda el préstamo por pagar. Una mala inversión que nos cuesta dinero, que es trabajo de todos que damos a los gobiernos para que mejoren nuestra calidad de vida.

Quién dice carreteras dice aeropuertos o auditorios.

Tradicionalmente, los gobiernos de izquierda son partidarios de invertir sin tener el dinero, pidiendo prestado, con el argumento de que esa inversión luego acaba revirtiendo en beneficio del pueblo. Excepto si llega una crisis y al gobierno se le va el dinero (nuestro dinero) pagando los intereses de los préstamos que pidió sin las debidas precauciones y sin buen criterio.

Y aquí llega la Unión Europea, limitando cuánto puede endeudarse un gobierno: un 3% de lo que el país produce. Así asegura que nuestro dinero no se va en el pago desmesurado de intereses y que las inversiones con préstamos son asumibles.

Y luego viene el politicucho de turno a decir no a los recortes o el techo de gasto. Claro que sí, campeón: que total, luego pagamos tu incompetencia los demás.

No puedes gastar más de lo que tienes o endeudarte "por encima de tus posibilidades" (frase que tanto gusta a los políticos), porque el resultado es que siempre acabamos jodidos los mismos.

Cuando no tienes dinero suficiente debes recortar lo que gastas, pero decides cuánto y de dónde recortas. Esa es la diferencia entre los gobiernos, no en que unos recorten y otros no.

Pero el que no gobierna siempre dice que ellos no recortarían, que hay que aumentar el gasto, que bajarían los impuestos, que crearían empleo (todos sabemos que los gobiernos no crean empleo, solo pueden facilitar las condiciones para que las empresas los creen), y que un unicornio vendrá cada mañana a darnos los buenos días, tomándonos por completos gilipollas.