Sumamente representativo de lo que se cuece en nuestra sociedad: unos premios concedidos de un monarca y servidos por personas en prácticas que no cobran por su trabajo. ¡Toma ya!
Quizá en poco tiempo esos camareros también tengan el deber de follar con el monarca si a este le apetece, restaurando el derecho de pernada. Total, ya los están jodiendo ahora.
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