Pues claro que miente. Eso lo sabe cualquiera que le haya oido y haya visto la realidad. Aun así, hay gente empeñada en mostrar en video lo evidente: que Felip Puig miente. Y miente sin ninguna vergüenza, con la cara más dura que el mármol, sin ruborizarse y con la misma naturalidad que nadan los peces en el agua. O sea, como prácticamente todos los políticos españoles actuales.
El verdadero objetivo no creo que sea evidenciar sus mentiras. Indicarle al mentiroso que se le ha pillado en el engaño sólo sirve para que perfeccione su técnica y que quizás no le pilles en la siguiente. En lugar de andar demostrando las mentiras evidentes habría que ir pensando en qué hacemos con estos políticos embusteros y desleales al pueblo que representan.