Si la labor de la justicia española ya deja qué desear en más ocasiones de las que yo quisiera, lo de los políticos es un no parar de desear.
La justicia va haciendo con sentencias y los políticos deshaciendo con indultos, en un bonito ejemplo de lo que no es la separación de poderes y de lo que no es la democracia que tanto les gusta celebrar en campaña electoral.
Yo también lo celebraría si no tuviese escrúpulos, vergüenza ni ética y para colmo yo hiciera las leyes que encima me salto cuando me viene en gana.
Una muestra más del paripé político español en el que las leyes están para quien no es político o no tiene amiguitos políticos.
El partido que prometa prohibir que los gobiernos puedan indultar, tendrá mi voto. Claro que ya estamos en lo de siembre: prometen, prometen, prometen....