Definir qué es una mentira no es tan sencillo como parece. No basta
con decir "lo que no es verdad", porque eso define tambien lo que es
una falsedad, y su intencion es muy distinta.
Una mentira es lo que se comunica sabiendo que el otro va a entender algo distinto de lo que se sabe.
Cuando somos conscientes de una "verdad" (luego explicaré por qué la
entrecomillo) y se la contamos a alguien de forma incompleta, añaduendo o
sustituyendo una parte, de forma que la "verdad" que entiende quien el
otro nos da ventaja al elegir nuestros actos, eso es una mentira con
todas las letras.
Existen muchos tipos de mentiras, unas menos despreciables que otras, pero todas reprochables aunque algunas justificables.
Para que la mentira exista su receptor tiene que desconocer la
informacion que le estamos dando y, lo mas importante, no poder
contrastarla. Si conoce la información o una parte, el mentiroso quedará al descubierto.
Así que la mentira tiene un ámbito, de información que el mentido
debe desconocer y el mentiroso conocer y además controlar. Debe velar
porque el mentido no pueda obtener la informacion que le permita
descubrir el engaño. No basta con elaborar la mentira y soltarla: hay
que cuidarla.
Lo segundo peor que le puede pasar al mentiroso es que le pillen. Lo
peor es que le pillen y él no lo sepa, siendo víctima de su misma
estrategia. Y es precisamente esto lo mejor que puede hacerse con un
mentiroso, ya que si le señalas su mentira le estarás dando información
de hasta dónde llegan tus conocimientos y el mentiroso lo tendrá en
cuenta cuando elabore la siguiente.
Por pereza no acostumbramos a contrastar la información que nos
llega, sobretodo si la fuente es "de confianza", y esto es un error, sea
de confianza o no.
Porque si es de confianza puede que haya dicho una falsedad, algo que
considera cierto pero que, por error y sin saberlo, no lo es. Y si no es de confianza puede estar mintiéndonos.
Pero lo grave es que la confianza no es más que las veces que alguien
nos ha dado información cierta. Cuantas más veces pillemos a alguien
mintiéndonos o dándonos informacion que no es cierta, menos confianza
tendremos en él. Ahora relea la frase anterior y dese cuenta de la
palabra "pillemos".
Como se habrá dado cuenta, si no pillamos al mentiroso seguiremos
creyendo sus mentiras sin contrastar puesto que aún confiaremos en él. Y
cuanto antes lo pille mejor para usted. Y no se lo cuente.
por ejemplo, cuando vea que alguien tiene unos circulos de amistades muy marcados
que no se mezclan, considere que podría estar cuidadando el ámbito de
sus mentiras, tal como hizo durante veinte años el ex presidente francés
Miterrand con su amante.
Todo esto respecto a las mentiras. Ahora hablemos de las verdades.
Al igual que las mentiras, las verdades son verdades dentro de un
ámbito. Algo puede ser verdad en un ámbito, pero ser una falsedad o una
mentira en un ámbito mayor.
Por ejemplo, la ciencia descubre verdades y va revisando que lo sigan
siendo cada vez que se amplía el ámbito del conocimiento humano, algo
que, por ejemplo, no hacen las religiones.
Como dijo Lincoln no puedes mentir a todos por mucho tiempo,
precisamente por la imposibilidad de mantener el ambito en el que la
mentira es posible que requiere que los engañados no puedan verificar la
información.
Cuando alguien nos miente y no muestra el más mínimo interés en el
ámbito de su mentira o nos está tomando por idiotas o es sencillamente
gilipollas. Y da lo mismo cuál de estas dos sea la cierta cuando escucho
a la gran mayoría de los políticos españoles y extrangeros mintiéndonos
con la boca grande y dejando bien claro lo que son.