En la lista de edificios que se pueden visitar hay algunos especialmente desilusionantes.
Aquí va mi lista de los cuales te puedes evitar la cola:
Arc de Triomf
La cola no es despreciable: más de una hora.
Finalmente accedes al edificio con una estrecha escalera de caracol que te lleva a la terraza del arco desde la cual las vistas son mediocres.
Lo único destacable es el hecho de poder subir a este emblemático edificio y ver de cerca las coronaciones cerámicas de las columnas.
Nada más.
Interior de la Font màgica de Montjuïc
Esta construcción es otra de las que te puedes ahorrar: lo bonito está fuera.
Sin tener en cuenta que la guía que me tocó (una voluntaria) ni tenía mucha idea y aún menos interés, en resumen, lo que ves es una sala de máquinas tras otra.
No hay nada en funcionamiento cuando te lo enseñan porque el ruido es suficiente fuerte como para que haya un dispensador de tapones para oídos a la entrada.
Lo único destacable es el sistema que se utiliza para cambiar el color de las luces que tiñen el agua de la fuente, algo que puedes ver en fotografías y no te pierdes nada.
Depósito del Rey Martí
Es una sala de tamaño medio con columnas y bóvedas de ladrillo y suelo de parqué, sin un uso concreto.
Su único interés es histórico, anecdótico, y la uniformidad del patrón de columnas.Nada más.
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