La marca bq y su Android One son un digno ejemplo de cómo hacer las cosas mal.
Los teléfonos móviles comenzaron como dispositivos para hacer y recibir llamadas, nada más.
Luego les añadieron juegos y hasta un despertador. Fijémonos en este último.
Parece sencillo hacer un despertador, ¿verdad? Pues no dan pie con bola.
Apple se cubrió de gloria cuando su aplicación de despertador falló con el cambio horario.
Y cometió el mismo error dos veces, por si con solo el primero no hubieran fastidiado a todos sus clientes.
Pero eso no es todo.
En los primeros móviles el despertador funcionaba hasta con el móvil apagado. Esa característica fue eliminada para comodidad de los fabricantes.
Pero sigamos con más problemas: el móvil se reinicia. Y mucho.
Yo he perdido la cuenta de cuántas veces se ha reiniciado mi bq Android One. Cada vez que lo hace se queda en la pantalla pidiendo el código de desbloqueo, y hasta que no se le introduce no está operativo. Fíate del despertador.
Lo curioso es que ya debe haberse actualizado unas cuatro veces, lo que se supone que ha corregido fallos, pero mi móvil se reinicia cada vez con más frecuencia.
En definitiva: otra vergüenza más de cómo las empresas son incapaces de hacer bien algo tan sencillo como un puñetero despertador.
No hay comentarios :
Publicar un comentario