Las ráfagas de ondas de radio que llegan del espacio y de las que no sabemos qué las emite, ahora hay quien se plantea que puedan ser de civilizaciones extraterrestres para impulsar sus naves espaciales. Casi nada.
Es difícil de creer esta teoría por dos razones básicas.
1. Qué poca puntería tienen los extraterrestres si esas ráfagas nos acaba llegando.
2. Emitirlas tiene un coste, y con esa puntería, a menos que hayan encontrado una forma muy barata de producirlas, les debe estar saliendo por un ojo de la cara.
Total, especular es gratis y no es necesario que tenga mucho sentido.
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