Pues sí: no nada mejor para convencer a alguien de no volver a una tienda cuando te ocurre lo siguiente.
Después de ver la sección de microondas, descubro con satisfacción dos modelos con el interior de acero inoxidable.
Me decido por uno, pero hay un dato que no encaja: fondo 48 cm. ¿Casi medio metro de hondo?
Y voy a buscar un dependiente. Parece fácil, pero no lo es: los que no tienen una cola de compradores están de charla con otro dependiente.
Finalmente localizo un dependiente carnoso y me digo: "un hombre con experiencia". Los cojones.
Le llevo junto al aparatito y me dice que solo les queda el de exposición. Claro, claro: totalmente normal comprar un microondas por el que han pasado más manos que por uno de segunda mano.
Le pregunto si tienen más con el interior de acero inoxidable y… surprise, surprise: me dice que no.
He estado entonces soñando entre los pasillos el otro que había visto. Nada peor que un dependiente que no conoce lo que vende.
La alitosis que le acompañaba me termina de convencer de no preguntar nada más: me voy a otra tienda a por el microondas.
Si vuelvo a MediaMarkt será, como mucho, a por pilas.
Busco tiendas cercanas y no tengo mucho donde elegir: El Corte Inglés o Hipercor. Elijo éste último, donde encuentro otro microondas de una marca de mejor reputación y más vatios, por cuatro euros más que el de MediaMarkt.
Busco a un dependiente, me dice que no es su area,… pero se recorre media tienda para buscar otro que me pueda informar sobre el aparato. Le digo que no es necesario, que ya he buscado las características (gracias, Google).
Me dice que no les quedan (no me ofrece el de exposición) pero que les llegarán más en unos días y que mantendrán el precio de la oferta actual.
Lo reservo sin tener que pagar y dicen que, si lo prefiero, me lo pueden llevar a mi casa.
Y todo esto sin tener que preguntar más que una vez a un dependiente ni que pareciese que le estaba pidiendo que me perdonase la vida.
No hay comentarios :
Publicar un comentario