A Microsoft le ha costado unos añitos (desde Windows 95) corregir un problemón de diseño: extraer un pendrive cuando te de la gana.
Desde que Windows aceptase el almacenamiento externo en un USB te obligaba a extraerlo indicando antes que querías hacerlo. Y no solo eso: muchas veces ni te dejaba: fallaba torpemente. Y si lo hacías a la brava podías perder archivos, dejarlos corrompidos o dejar inservible el USB. Casi nada.
La excusa: utilizar cache para "aumentar el rendimiento". Como si en un pendrive almacenásemos terabytes.
Ya era hora Microsoft. Y aún así, esa decisión es mejorable, porque igual sí le interesa a los padecedores, digo usuarios, de Windows que se haga cache si el USB es de gran capacidad, como un disco externo.
Pero Microsoft a lo suyo.
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