Estamos de en hora buena. Ignacio Cosidó, director general de la policía nacional española ha dicho que se está estudiando que pueda ser delito manifestarse con la cara cubierta.
No ha terminado aún la investigación sobre los abusos policiales del 25-S en la estación de Atocha que ya se plantea hacer que pueda ser delito el no ir identificable en una manifestación. Debo decir que estoy absolutamente de acuerdo con el señor Cosidó.
De esta forma se acabarían los encapuchados con palos y los policías dando palos sin su número de placa. Ni siquiera ha necesitado aclarar que lo que es delito para los manifestantes también lo sea para los policías porque si no ¿qué clase de país tendría en mente el señor Ignacio Cosidó?
Estoy seguro de que las manifestaciones serían mucho más reivindicativas, efectivas y pacíficas después de que tanto manifestantes como policías pudieran ser juzgados y condenados por no ir identificables y además de por cualquier otro delito que cometan.
Esto sería lo que me gustaría que fuese, pero después de que el señor Cosidó haya defendido la proporcionalidad de la actuación de la policía me temo que no va a ser así. Y no contento con eso, además, tiene la desfachatez de decir que «la policía tiene sus propios mecanismos para evaluar sus acciones y corregir errores individuales». A la vista están esos mecanismos y lo efectivos que están siendo cuando vemos las mismas atrocidades policiales manifestación tras manifestación.
Quiero recordar la denuncia a un policía, si no se aporta su número de placa, se archiva directamente porque "no se le puede identificar". Vendría a ser algo así como que si no aportas el D.N.I. del ladrón que te ha robado, se archiva la denuncia porque no se le puede identificar. Vamos, lo lógico de toda la vida.
Y por eso aplaudo al señor Cosidó, para ver si da por terminada su actuación circense y se marcha de la pista en sus zapatones.