La boda indú que se ha celebrado en Barcelona no destaca por haber alquilado la gran sala del Palau de Montjuïc, porque esta sala es alquilable y tiene unas tarifas. Destaca por haber conseguido cerrar al público el Palau de Montjuïc entero, incluido el Museu Nacional d'Art de Catalunya. De esta forma los asistentes a la boda podían visitar el museo de forma privada sin chusma que les molestase. A Artur Mas no le molestó unirse a la fiesta y saludar a las cámaras. Eso de sentirse importante es también muy de los políticos catalanes.
Y es que en Catalunya existe el refrán "Pagant Sant Pere canta" (Pagando San Pedro canta) y los políticos catalanes siempre están muy dispuestos ha hacer dinerito aunque sea poco y a base de atropellar a los derechos de los ciudadanos a los que deben representar.
Ya lo vimos hace bien poco cuando la empresa de material deportivo Nike consiguió ponerle una enorme camiseta del Barça con su logotipo a la estatua de Cristóbal Colón que preside las Ramblas de Barcelona. Y ya hubo gente a la que le pareció que no todo se debe permitir aunque sea pagando. Existe una cosa que se llama "principios", pero esto les suena muy lejano a los políticos, y a los catalanes aún más.La pregunta sería, ¿por cuánto dinero dejaría la Generalitat que se celebrase una fiesta "rave" en el Palau de la Generalitat? ¿Y en el edificio del Ajuntament? ¿Y cagarse en la bandera de Catalunya? Los edificios y biene muebles catalanes pueden prostituirse sin más, pero para los mismos políticos que lo permiten es inadmisible una pacífica protesta ciudadana en la Plaça de Catalunya.
En una año nos preguntarán si queremos que Catalunya sea un estado independiente. Si es de políticos así, yo firmo entusiasmado.
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