Hay que estar muy mal para estas tonterías mientras en El Congreso de los Diputados literalmente es un patio de colegio: si el estado fuera una empresa, hace tiempo que ya habrían habido despidos y suspensiones de sueldo. Pero no.
Ahora resulta que a la policía le parece que ir disfrazado con un chiste de lo tontos que son, también les molesta y te identifican (te piden el DNI para saber quién eres).
Sí, en efecto: la chica de Gijón era tan peligrosa que había que saber quién era. Sin discusión, como le gusta a la policía, aunque sea inoportuno, injustificado, desmesurado y un abuso de autoridad.
La tontería que los políticos tienen encima se la pegaron a la policía, a las televisiones públicas y ahora a la Audiencia Nacional.
¡Bravo! No se puede hacer peor.
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