La Defensora del Pueblo ha tenido que pedir al Ministerio de Justicia que imparta instrucciones (a los registros civiles) para que faciliten el cambio del nombre propio de niños transexuales.
En palabras más llanas: la Defensora del Pueblo tiene que pedir (porque no puede ordenar) que los Registros Civiles dejen de desacatar las sentencias de Justicia con impedimentos que no vienen al asunto y que tienen un tufo a discriminación que tira de espaldas.
Mientras tanto, el Ministerio de Justicia, en los laureles, y los registros civiles haciendo lo que les viene en gana: estupendo. Son unos profesionales como la copa de un sombrero (sí, árbol no).
Yo no entiendo como a ningún funcionario de un registro civil se le permite tal actitud, sin expedientarle o directamente juzgarle por actuar así.
Pero claro, vamos con tanto tacto señalando al que obra contra su función que acaba haciendo lo que le da la gana, sin más consecuencias. La monda y lironda.
Hay que joderse con los políticos y algunos funcionarios que tenemos. ¡Hay que joderse!
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