Con el auge de las compras por Internet la recepción de paquetes se convierte en un infierno gracias a la incompetencia de las empresas de paquetería, que se empeñan en entregarlos cuando no estás en tu domicilio.
Algunas de estas empresas, como SEUR, permiten elegir como destino un comercio cercano, pudiéndolo recoger cuando mejor te vaya.
Otras, como DHL, ni te dejan nota de aviso y te hacen recogerlo en algún almacén de un polígono industrial que está a tomar por culo. Un gran aplauso para DHL, de la que aún espero contestación a la queja que les hice.
Y luego tenemos buenas iniciativas como la de Correos: CityPaq.
Con CityPaq eliges como dirección de entrega uno de los armarios que disponen, pudiendo recoger tu paquete a la hora que mejor te convenga.
Hasta ahí muy bien.
El problema es cuando Correos te envía un e-mail con publicidad de una cadena de perfumerías con un descuento si usas CityPaq.
En el e-mail no solo no te puedes dar de baja de ese tipo de correos sino que además tienes que enviarles una carta postal para darte de baja completamente y ejercer los derechos que te otorga la ley de protección de datos.
Ya traté la infamia de este tema en otro post.
¿Solución? Marcar como SPAM los e-mails de CityPaq, asi que tampoco recibiría ninguno que me avise de la llegada de un paquete.
Enhorabuena al genio comercial de CityPaq que ideó la gran estrategia: con un solo e-mail ha conseguido que no use su servicio y ha tirado por la borda el trabajo a pie de calle de todos esos sufridos comerciales que tanto esfuerzo y tiempo invirtieron en convencerme para usarlo.
Un fuerte aplauso para el director de marketing de Correos.
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