Repsol ya nos deleitó con sus "becas", que en realidad eran prácticas, pero que lo vendían como "qué buenas obras hace Repsol".No tenían suficiente con eso. La perla de esta semana no es que Repsol bajase los precios los lunes y que ese precio es el que informa a la Comisión Nacional de la Competencia, no. La perla es la excusa que han explicado. Una insultante excusa.
Leyendo más allá de lo que dice la empresa, el mensaje es: "Especulamos con el precio como nos da la gana, pardillos."
Así, a pasos grandes, Repsol se está forjando una reputación que luego pretenderá lavar cambiando su logotipo. Probablemente pase del naranja al verde, que lo verde suena a ecológico y seguro que cae mejor. Y con una campaña publicitaria marchosa y joven, sentimental o ecológica, a elegir. Promete ser una campaña como las que ya han realizado otras empresas con una reputación que daba asco, como Telefónica.
Telefónica pasó a llamarse Movistar, que suena más moderno. "Movi" y "star": que guay todo. Y así de paso dejaban a un lado la pésima reputación que Telefónica se ganó a pulso a base de servicios malos y caros.
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