Después de que los dos psicólogos estadounidenses James Mitchell y Bruce Jessen aconsejaran al ejército americano cómo torturar a los presos de Guantánamo, la Asociación Americana de Psicología (APA), a la que no pertenecían, se echa las manos a la cabeza tras un informe independiente solicitado a por ella misma por haber apoyado los programas de interrogatorios con torturas.
Pero no se trata de algo real si no es solamente de un lavado de imagen, ya que solo lo prohíbe si es en el extranjero, es decir en su propio país les da lo mismo que se torture.
¡Bravo! ¡Bravísimo! Una jugada de lavado de imagen que ni Movistar. ¿Y esta gente hizo el juramento hipocrático?
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