Hoy pública ElDiario.es un artículo (¿propagandístico?) sobre un libro que, parece ser (ni siquiera he leído el artículo), habla de las bonanzas de quedarse soltera, en femenino.
Pero yo voy a llevar el tema más lejos, mucho más lejos, para vergüenza de esta sociedad que hemos construido y permitido.
El cuidado de los ancianos, tradicionalmente, se había asignado, sin preguntar, a las mujeres y es injusto, actualmente. Quizás en el pasado, por la división de trabajos, la mujer era la que mejor podía compaginar sus otros trabajos con el de cuidado de los ancianos de la familia. Pero no ahora.
Lo grave del asunto es que el anciano estaba obligado a tener familia descendiente si pretendía tener los cuidados que iba a requerir con la edad. ¿Y si no tenía descendientes ni familiares? Ya nos podemos imaginar, con las bellas personas que hay por el mundo lo que le iba a pasar a nuestro ancianito/a: le iban a chupar hasta la última gota de sangre para después dejarlo morir boca abajo. Porque un anciano llega un punto en que no puede valerse por sí mismo ni puede defenderse.
Es lo mismo que el cuidado de un niño: no puede dejarse a su suerte, porque tampoco puede valerse por sí mismo.
Entonces, ¿por qué el estado se cuida de los menores y no de los ancianos? Porque el niño formará parte de la sociedad y el anciano no. El anciano no va a poder reclamar nada.
Y esto es el "desarrollo" personal que nos espera a todos los que no tengamos descendencia: morir boca abajo.
Y esta es la sociedad que hemos construido y estamos permitiendo.
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