¿A quien no le ha pasado lo de quedarse tostado viendo la televisión, irse a la cama y no pegar ojo?
El motivo es sencillo y a veces no sencillo de solucionar: las preocupaciones.
La televisión, con su ronroneo te obliga a estar pendiente de ella hasta que, por falta de interés, la atención a ella es sustituida por un plácido sueño. Si en el trayecto del sofá a la cama comienzas a darle vueltas a algo en la cabeza es cuando no podrás volverte a dormir.
La solución se llama relajación. Para poder dormirte tienes que estar aburrido, no pensar en nada y para esto va muy bien la meditación, a medias.
En la meditación debes procurar no pensar en nada, siendo consciente de qué pensamientos te vienen a la cabeza y apartarlos, pero sin quedarte dormido.
Contar ovejas tiene la misma función que ver la televisión: mantener tu atención en algo aburrido para permitirte conciliar el sueño.
Para conciliar el sueño, cada vez que te venga una preocupación, apártala: ya pensarás en ella mañana. Si es necesario anótala en un papel, pero deja de pensar en ella hoy, si no te costará dormirte y entrarás en una batalla entre ellas y el sueño que necesitas.
Todo esto también dice mucho de lo interesante que es la programación actual de la televisión.
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