Si el control de calidad del software no es capaz de evitar que se publique cuando contiene errores, era cuestión de tiempo que las actualizaciones que corrigen esos errores también los tuvieran.
Ese es el principal motivo por el que se le da al usuario la decisión última de si instalarlas o no.
Apple ha inaugurado esta nueva vuelta de tuerca con una actualización de sus Apple Watch que los deja inservibles.
Da miedo, la verdad.
Imagina que Microsoft comete el mismo error y las actualizaciones fueran automáticas. El resultado sería que millones de ordenadores quedarían inservibles, al menos hasta que un técnico los reparase.
Viva el coste TCO (Total Cost Of Ownership, Coste total de Propiedad) que enarbolan las compañías como Microsoft para que te actualices a sus nuevas versiones.
Pero no te preocupes: seguro que la nueva versión de Windows es más "divertida, confiable y rápida".
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