Un político debería ser quien, teniendo en cuenta los intereses de todas las partes, consigue llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. Esto es la teoría.
En la práctica un político es quien es capaz de aprovecha los intereses de todas las partes en beneficio propio y por lo tanto.en perjuicio de todos.
Esto último es lo que tenemos en todo el territorio del estado: una panda de sinvergüenzas. No se salva ni un partido: ni uno.
Solo hay que escuchar lo que dicen para darse cuenta de hasta dónde llegan sus embustes y tergiversaciones.
¿Para cuándo una ley que les ponga en su lugar y les haga responsabilizarse de sus corrupciones y errores? A este paso nunca, ya que depende de ellos mismos, el poder legislativo: el lobo cuidando las ovejas.
Luego pasa lo que pasa y se sorprenden, o lo hacen ver.
— Papá, de mayor quiero ser político.
— Hijo mío, ¿No prefieres ser gilipollas?
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