Si alguien hace fotografía y quiere un disparador remoto, ya sea para evitar la vibración al pulsar el botón de disparo de la carcasa o porque quiere hacerse un autorretrato, puede hacerlo con un disparador remoto.
Usar el temporizador de la cámara no es muy práctico: tienes que ir y venir de la ella constantemente y pierdes el encuadre.
Los hay de tres tipos:
Por cable
La ventaja es su sencillez, ya que va directamente conectado a la cámara, y para muchas marcas y modelos ni siquiera necesitan pilas.
Por desgracia la longitud del cable que suelen vender es insuficiente para hacer autoretratos, porque no les interesa a los fabricantes venderte algo barato y sencillo si pueden cobrarte casi 100 euros por uno inalámbrico por radio.
Por suerte hay gente que ha compartido la información necesaria para que te lo puedas hacer tú mismo.
Y, por ejemplo, aquí hay una estupenda web que explica qué es cada contacto del conector.
Disparador por infrarrojos
La ventaja es que es bastante sencillo y muchas cámaras llevan de serie el receptor. El emisor es bastante barato.
La desventaja es que, como con los mandos a distancia de los televisores, debe tener una línea de visión directa hasta la cámara, sin nada que se interponga.
Otra desventaja es que, por su tamaño, suelen utilizar pilas tipo botón, que son bastante más caras que las de tipo AA.
Disparador por radio
La ventaja es que no necesita que el mando esté alineado con la cámara: puedes dispararla desde cualquier posición.
La desventaja es que son el tipo más caro, a pesar de que internamente tampoco tienen mucha mas electrónica que un despertador digital, además necesitarás pilas tanto para el mando como para el receptor.
He tenido uno que dejó de funcionar a los tres años (un cero en calidad) y del que aprovecharé el conector para reconvertirlo en uno por cable, que preveo que me va a durar toda la vida.
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