Huawei presenta un teléfono móvil que tiene un agujero en la pantalla en lugar del notch.
Apple, que tiene cierto prestigio en lo que a diseño se refiere, decidió que podíamos tener un poquito más de pantalla y ésta se extendía por los lados de la cámara y el auricular del móvil.
Las ventajas eran muy pocas y el embrollo para fabricar la tontería no era poco, pero siguió adelante con la pirueta.
Y Google se subió al carro.
Hasta hubo algún fabricante que mencionó un notch en la parte inferior y hasta uno arriba y otro abajo. ¿Quién ofrece la mayor mierda?
Ahora Huawei eleva la mierda a suprema poniendo la cámara en un agujero en la pantalla. ¿Nadie se ha preguntado dónde va a poner el auricular?
Y de mierda en mierda los diseñadores embarcan a los consumidores en supuestas modas de más quedudosa utilidad.
Y no solo a los consumidores: también a los programadores, que deben dar "soporte" a estas mierdas el el software.
Para colmo son efímeras, porque la realidad acaba con ellas de un mazazo en poco tiempo.
Otra mierda de diseño es la moda de los colorines planos que hace furor en Android: un simple mensaje al usuario, que se compone de título, mensaje y botones, se le presentan en un vergonzoso cuadradote blanco y liso en el que hay que adivinar qué es cada cosa. Por no hablar de las opciones desplegables, que únicamente se intuyen por un minúsculo triangulito lateral.
Llamar imbécil, cretino o retrasado al diseñador y a quien le dio la razón es quedarse muy corto en su definición.
Otra mierda épica es la moda impuesta por las cosas redonditas. Google decidió que la miniatura de tu imagen quedaba muchísimo mejor si era un redondel que no en el práctico y útil cuadrado de toda la vida.
Porque un círculo es más complicado, no facilita nada, quita espacio a la fotografía y no ahorra ningún espacio que se pueda utilizar para nada más.
Y no solo en las miniaturas. Google nos ha metido a puñetazos lo redondito hasta en los iconos. Debieron pensar que un circulito era mucho más chulo y que había que hacer cambios para que los usuarios notásemos alguna evolución, aunque fuese hacia atrás, para justificar algo: aún no sé qué.
Las redondeces han llegado también a los campos de entrada de datos en la página de búsqueda de Google y en Gmail. Cambiar por cambiar, porque no aportan nada de nada.
Un éxito sonado en la historia del diseño y la usabilidad.
Otras vergüenzas en la historia del diseño han sido obra de Microsoft: el ribbon de opciones en Office (y la eliminación de los genialmente prácticos menús), la brillante idea de quitar el botón de inicio, hacer que Microsoft Outlook ignore del estilo de ventanas configurado en Windows para meternos el de Windows XP (o una aberración similitar), y un largo largo etcétera.
Con todo esto se te va la mano hacia el guante de béisbol más cercano para comenzar una abundante y generosa sesión de guantazos mientras la mirada busca a los diseñadores responsables.
Lejos quedan los diseños históricos y funcionales de Braun.
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