Cuando alguien demuestra reiteradamente una actitud uno debería comenzar a sospechar con fundamento que la actitud no es fruto de la casualidad sino parte de su carácter, una cualidad. Esto es precisamente lo que ha ido sucediendo a los Estados Unidos de América con respecto a la protección de las comunicaciones: sus gobiernos hacen leyes que luego violan sistemáticamente.
La reiterada violación de estas leyes indica no sólo el desprecio por la privacidad de las comunicaciones si no también al sistema legislativo y la traición de sus gobernantes a los deberes de los poderes que sus ciudadanos les delegan. La hipocresía y cinismo políticos.






