Confundir las cosas y lo que ha hizo Loewe tras la reacción del público en general por su campaña publicitaria, es lo mismo. No quiero dejar pasar más tiempo antes de expresar algunas cositas al respecto.
Hace ya tiempo que conocí la campaña publicitaria de Loewe en la que aparecen hijos de famosos y parece ser que en las redes
sociales se la critica mucho por su enfoque erróneo y bobería.
Curiosamente se duda de que la campaña sea un fracaso porque ha
conseguido que se hable de Loewe. Tiene esto que ver con aquella
afirmacion de que no importa que hablen mal de ti, que lo que importa es
que hablen de ti, por aquello de que no te maten con la indiferencia.
Incluso a quien mencionaba el fracaso de la campaña otro le preguntaba "¿No sabes lo que es el marketing viral?"
En efecto, Loewe ha conseguido que se hable de la marca, pero es
exactamente igual que si un cocinero consiguiese estar en boca de todos
por servirle a un cliente un zurullo en salsa: se hablará del cocinero
pero ¿alguien volverá a comer en su restaurante?
Me temo que la negación del fracaso, del error, es lo que hace
proclamarlos exitos, estrategia aceptable cuando la la proclamacion del
error es malintencionada y sin fundamento, pero no cuando es patente
precisamente para aquellos en los que se intenta proyectar una imagen positiva.
Sí, también podemos pintar pintar la campaá publicitaria de azul y llamarla "pitufo", pero seguirá siendo lo que es, por lo que sólo nos queda recogerla con papel y desprendernos de ella tirando de la cadena.
No hay comentarios :
Publicar un comentario