Hace tiempo que Telefónica, perdón, Movistar, que ahora se llama Movistar, y Movistar me tienen acostumbrado a sus brillantes estrategias comerciales. Que si de 9 a 5 es más barato que de 5 a 12, pero sólo para números de Mosvistar, pero si es uno de tus 5 favoritos, que sólo puedes cambiar una vez al año, entonces sólo te cuesta la mitad si es entre semana, porque si es fin de semana te sale gratis siempre que no superes los 200 minutos mensuales para fines de semana porque, en caso contrario, entonces te sale más caro. Cosas así eran muy típicas en Movistar. Con Telefónica, si tenías un problema con la ADSL sólo te quedaba llamar, rezar para que te contestara algún "técnico" y, después de reiniciar el router ADSL, rezar aún más para que el problema se solucionara por sí sólo, porque como tuvieras que esperar a que fuese Telefónica quien lo reparase, lo tenías claro.
Pero eso fue en el pasado. Hoy ya no existe Telefónica, ahora se llama Movistar. Es la forma más secilla de quitarle la mala imagen a una empresa, cambiándole el nombre. Claro que Movistar tampoco que es tenga una mucho mejor.
Pero, cambios de nombres a parte, ayer me deleitó Telefónica/Movistar con una llamada comercial, que no solicité, por supuesto. No tenía desperdicio la "oferta".
Consistía en que la línea fija más el servicio de ADSL me costaba alrededor de 35 euros, bastante menos que mi proveedor actual, y tenía una, atención, "permanencia de un año". Como soy curioso le pregunté a la amable chica de acento sudamericano si la tarifa que se me aplicaría tras ese año sería superior (inferior ya intuía que no), a lo que me contestó que sí, pero que podía llamarles antes de que pasase el año y que con seguridad me ofrecerían otra oferta (pan para hoy y esperanza para mañana, si Movistar quiere, claro). Le hice evidente a la muchacha que, claro, ellos podían llamarlo "permanencia", pero lo que eso era es una oferta limitada a un año y para colmo obligatoria, tras la cual Movistar podría ofrecerme una oferta similar, o no, nadie lo sabe con certeza. Parece mentira que tuviera que explicarle a la señorita que los periodos de permanencia son para que la compañía pueda amortizar una inversión incial que hace con el cliente (por ejemplo "reglarle" un móvil), pero que en su caso no era aplicable, ni siquiera por el router, ya que mi proveedor actual me lo proporcionó y no me impuso ningún periodo de permanencia.
Perciviendo la zagala mis dudas respecto las condiciones futuras de la tarifa, me informó que si durante ese año yo contrataba una línea móvil con Movistar, entonces sí me mantendrían la oferta inicial, lo que estaría muy bien si no fuese porque en mi factura actual ya está incluida la línea del móvil, la tarifa plana de Internet, tres euros en llamadas y una tarifa de 5 céntimos por minuto a donde sea y a la hora que sea. En resumen, su oferta no mejoraba mi factura actual ni de lejos.
La moza entonces canbió de registro y comenzó una verborrea sobre lo mucho que se esfuerza Movistar en dar un serivio "de calidad", mientras que mi contrato actual era con una empresa a la que Movistar le alquila las líneas. Espero que no sea necesario señalar la descomunal paradoja que es que mi proveedor actual pueda darme un precio mejor que la propietaria de la infraestructura. Todo redondo: el precio, las condiciones y la argumentación.
Con todo esto sólo me queda separar la manos, extender los dedos y juntar las palmas de golpe varias veces para felicitar a Telefónica/Movistar de su nueva y triunfante estrategia comercial que con absoluta seguridad le devolverá los clientes que pierde sangrantemente.
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