La delicada privacidad

Hablar de algo con alguien y que no se entere otra persona es complicado y delicado. Es complicado si te interesa no solo ocultar qué has dicho si no, además, ocultar que le has dicho algo.

Los secretos son por definición insostenibles, al igual que las mentiras. Un secreto es una media verdad, lo que equivale a una mentira. Los secretos y las mentiras sólo son posibles mientras quien los elabora es capaz de mantener el entorno en que mantiene el secreto o difunde la mentira.

Con el tiempo nos dirigimos a un futuro en el que la información fluye más y más rápido. Al mentiroso se le caza antes y los secretos duran menos. Pero entonces ¿cuál es el problema? Que los Estados Unidos de América, por su posición económicamente aventajada, sí puede "escuchar" los secretos de otros paises pero éstos no los suyos.


Una cosa es el derecho a saber y otra muy distinta que ese derecho sólo lo pueda disfrutar un único país. Para colmo, yo me refiero al derecho a saber de los ciudadanos y no al de los gobiernos, que hoy en día básicamente se limitan a mentir y conspirar contra los ciudadanos.

Hasta el momento en que todos los paises y gobiernos se pongan de acuerdo y reconozcan que la mejor forma de prosperar es la de colaborar en lugar de conspirar, lo mejor sería no permitir espiar y permitir mentir.

Pero los Estados Unidos de América hacen ambas cosas. Mentir mienten como cualquier país o más. Recuerdo una noticia de hace años en la que creo que creaban un organismo para la difución de noticias y políticas suyas y reconocían abiertamente que podían mentir y dar información falsa, sin más. Y espiar espian como ninguno y aún se permiten defender "su derecho a espiar".
Pero la hipocresía de Estados Unidos es más grave de lo que parece, porque no es que hayan dedicado a espiar a paises con quienes tiene desacuerdos políticos, no. Se ha decicado a espiar a paises que ellos mismos califican de "amigos". Lo cual dice mucho de lo que consideran "amistad". Con amigos así, ¿quién quiere enemigos?

En la noticia de El País también leemos un párrafo muy iluminador:
El 9 de septiembre, el semanario alemán Der Spiegel, basándose en documentación sustraída por el exanalista de la NSA Edward Snowden, revelaba que los servicios de espionaje estadounidense y británico habían dedicado tiempo y esfuerzo a vulnerar —con éxito— la seguridad de los tres sistemas operativos para smartphones más populares: iOS (Apple), Android y Blackberry.
No sólo ya es sospechoso que periódicamente se descubran sencillas formas de saltarse la seguridad de dispositivos, formas con un tufillo a colaboración de las empresas que los desarrollan. Ahora además resulta que la seguridad de estos dispositivos no sólo se puede saltar si no que Estados Unidos lo hace y deja al descubierto que el coste de hacer seguros estos dispositivos frente al espionaje de paises tendría un coste desproporcionado. Se trataría de un simple dispositivo contra todo el gobierno de un país: inasumible.

Mientras tanto, algunos paises como Brasil y Alemania están considerando la posibilidad de modificar su presencia en Internet para evitar que Estados Unidos husmee en sus comunicaciones. No está mal, aunque va a ser complicado y costoso llevarlo a la práctica.

Estados Unidos, por mucho que se declaren adalides de las libertades y la democracia, sólo tienen un único interés: el suyo. Si en algún momento te pareciera que tienen interés en tu bienestar, se debe a que también es su bienestar. Pero no te equivoques, en cuanto tu bienestar no sea también el suyo no tendrán ningún miramiento en propiciar un golpe de estado (Chile), invadir tu país (Irak), espiarte (Brasil, Alemania, etc) y mentir serenamente (ONU).

Ante todo esto, creo que lo mejor es conocer al mentiroso, dejarle mentir y sonreir mientras le escuchas.


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