Pobres los esclavos de las modas. Pobres.
Pero vamos al asunto: las mamparas de baño no sé aún qué utilidad tienen a parte de mancharse, acumular porquería en los rincones y rendijas, romperse y oxidarse (sí, el aluminio no recubierto, donde lo han cortado, también se oxida y su óxido es de color gris oscuro). Eso sí, evitan que salga fuera de la ducha, pero no es algo que solo se pueda hacer con una mampara, como explicaré mas abajo.
Por otro lado tenemos cortinas de ducha: las de tela sintética y las que son de plástico. Éstas últimas son difíciles de limpiar porque hay que extenderlas y ¿quién tiene espacio suficiente para extender un plástico de 4 metros por 2 para frotarla? Yo no. Además el agua de la ducha puede salirse con facilidad por loa extremos, sobretodo si se instala para una bañera.
En cambio, las cortinas de tela sintética, al mojarse, caen más y con muy poca maña se pueden "pegar" a la pared, evitando que se salga el agua del plato de ducha o de incluso la bañera, que es lo que yo tengo. Y lo mejor de todo: se lavan en la lavadora y sin legua: basta con agua muy caliente. Y evidentemente no hay ni que tenderlas: de la ducha a la lavadora y de la lavadora a la ducha. No he visto cosa más práctica, y barata en comparación a una mampara.
Pero las mamparas se pusieron de moda, como el estucar paredes.
Consumid y seguid las modas, que siempre está el que hace negocio poniéndolo y otros quitándolo.
Por cierto, no fabrico cortinas de ducha: simplemente soy práctico.
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