El artículo de ElDiario.es no nos cuenta nada que no supiéramos: que Estados Unidos tiene un doble rasero vergonzoso.
Uno es el que aplica a los demás y otro muchísimo más laxo y ambiguo para sí.
No es una novedad. Ya lo sabíamos. Forma parte de la historia.
¿Cómo? ¿Que el watetboarding no es tortura? Entonces, a todos los que defienden eso, no les importaría que lo usasen en sus abuelos, padres, maridos, madres e hijos, ¿verdad?
Lo mismo que no es tortura que te interroguen en una comisaría.
Hay que tener muy poca ética y mucha cara dura para defender que el waterboarding no es tortura.
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