Cuando Google Maps toca el ojo de un caracol

Google Maps es un aplicación genial. No tengo la menor duda.
Otra cosa cómo lo llevan los de marketing.

Voy a explicar mi experiencia. Yo soy el caracol.

Hace mucho que utilizo Google Maps y voy viendo cómo lo consiguen mejorar.
Una de mis últimas satisfacciones fue cuando añadieron un cono al circulito azul que ahora, además de indicarte donde estás, te indica hacia dónde estás mirando. Extremadamente útil cuando no sabes si estás subiendo bajando una calle.

Un día Google Maps me hizo algunas preguntas sobre sitios en los que había estado: que si aceptan tarjetas de débito, que si es un sitio tranquilo, que si tiene vistas, etc. Cosas que pueden ser útiles para alguien que pretenda ir ahí.

Un tiempo después Google Maps me ofreció contribuir más activamente con mis contribuciones. Entre las contrapartidas estaban "espacio gratis en Google Drive", lo que me pareció muy interesante.

Comencé a contribuir y Google tiene un sistema de "niveles" que cuantifican cuánto has contribuido. Al llegar a cierto nivel, puedes acceder a los beneficios que otorga. Personalmente me interesaba el espacio en Google Drive.

Llegué al tercer nivel y me pregunté con cuál recibiría espacio en Google Drive. Busqué y, ¡oh! Sorpresa: el espacio adicional es solo por un año.

Es decir, tú le haces a Google una contribución de por vida con tus comentarios y opiniones sobre sitios, pero ellos te recompensan con "un año de espacio en Google Drive". No parece justo, y me mosqueó.

Yo hubiera seguido tan tranquilamente contestando de vez en cuando las preguntas de Google Maps, pero Google quería más y lo está llevando muy mal.

De paso, me dí cuenta de que Google estaba registrando todos los sitios por donde había pasado o había estado: escalofriante.
Es algo que ya desactivé hace mucho tiempo en mi cuenta, pero que al darme de alta como contribuidor, se volvió a activar.

Visto lo visto, eliminé mis contribuciones, desactivé el registro de ubicaciones y no tengo intención de volver a contribuir activamente a Google Maps: intentando que contribuya más han conseguido justo lo contrario.

Mis encuentros con Google Maps ya tuvieron otro tropezón cuando hace años les remití que la dirección de una calle era incorrecta: ellos indicaban un lugar que estaba en otra ubicación, otro pueblo cercano, pero ambas calles tenían nombres distintos.

Desde Google Maps me contestaron que no podían verificar la información que les había proporcionado. Y el error sigue ahí. Chin pun.

Google Maps es genial, de verdad, pero sólo la parte técnica: la parte de contacto con los usuarios es áspera, tosca y con un enfoque comercial erróneo.

Pero ya conocemos cómo son los comerciales.  ¯\_(ツ)_/¯

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