Mariano Rajoy no tiene muchas luces, salta a la vista. Solo hay que oírle para verle infructuosamente intentanto tomarnos a todos por gilipollas.
Pero eso de haber ganado unas elecciones parece que le ha hecho creer que puede abrir la bocaza para cualquier cosa, como calificar de torpedo a Europa la consulta de Escocia y de paso la de Catalunya. Pero ahí que aparece Alex Salmond, primer ministro escocés, para darle un zas en toda ella al indicarle que "Si es un proceso con sentido democratico, España no tendrá nada que decir".
Señor Salmond, gracias. Disculpe al bocazas: no da más de sí el pobre.
No hay comentarios :
Publicar un comentario