Recuerdo cuando César Alierta, presidente de Telefónica de España y olé, se quejaba de que su compañía no veía ni un euro por el negocio que hace Google según él gracias a que usaba su red de comunicaciones.
Su desfachatez fue tal que ya escribí un comentario al respecto.
Pero hoy me ha vuelto a la memoria el asunto y pensaba qué ocurriría si al listillo se le ocurriese poner una tarifa a Google por ese concepto.
Casi me caigo de la risa al recordar un episodio con una consecuencia similar en el que Google no perdió dos minutos en medio cerrar el grifo al acceso a YouTube desde la red de Telefónica.
El motivo fue la desidia de Telefónica en poner remedio a la ingente cantidad de spam procedente de su propia red tras las notificaciones de Google.
Así que Google optó por reducir el tráfico desde la red de Telefónica. En dos días tenía a todo sus clientes haciendo acopio de gasolina y cerillas.
Y puso remedio. Vaya que si lo puso, porque los clientes de otros operadores disfrutaban de vídeos suaves y nítidos mientras los de Telefónica tardaban una eternidad en cargarse para luego verse a tropezones y en baja calidad.
La sola idea de que Google cerrase el acceso a su buscador desde la red de Telefónica y prever cuál sería la reacción de sus clientes me ha hecho recordar lo incompetente que es César Abierta y sus estúpidas ideas. Y dirige una de las compañías de telecomunicaciones más grandes de España. Ahí es nada el listo que pusieron al frente.
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