Así que la liberalización del mercado en China ahora resulta ser un peligro para el propio mercado estadounidense: prohibamos comerciar con Huawei.
Y a Google no le queda más remedio que acatar lo que ordena el gobierno del país donde reside, lo cual le va fatal.
Porque Google está disfrutando de un idílico monopolio, por la cantidad de sitios donde pone sus productos y en general la calidad de los mismos.
Estados Unidos está forzando a Huawei a emanciparse de Google, pudiendo llegar a construir su propio monopolio con el que competir directamente con Google, al menos en los móviles.
Así que Donald Trump se acaba de disparar en un pie. Prueba de ello es que da a Huawei una prórroga de tres meses, pero ¿una prórroga para qué, cuando no se ha aportado ninguna prueba de lo que se acusa a esta compañía? Pues para presionar con "no lo estamos haciendo pero lo vamos a hacer".
Básicamente Estados Unidos se ha dado un tiro en un pie y amenaza con dispararse en el otro. Brillante estrategia. Igual después amenaza con no respirar.
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