Paz Padilla, la humorista, lo es hasta cuándo no lo sabe, y a mí eso me produce mucha risa. Qué le vamos a hacer, es el humor que más me hace reir: gañanes intentando dar la talla pero que fracasan estrepitosamente.
Verdades a medias: WhatsApp y Gizmodo
La versión en castellano de Gizmodo se caracteriza, entre otras cosas, por dar bandazos en su punto de vista, a veces usando argumentos que son medias verdades.
WhatsApp.
La estrategia de Facebook para rentabilizar la compra de WhatsApp no es precisamente brillante, principalmente porque toca las narices a los usuarios, algo muy contraproducente en cualquier negocio.
Las últimas condiciones de usuario incluían que WhatsApp enviara parte de tus datos a Facebook, aunque daba la opción de aceptar los nuevos términos excepto esta cesión de datos.
La opción no estaba muy clara ni muy a la vista, pero estaba.
Gizmodo.
Tan pronto Gizmodo te informa de esta opción como luego da un mensaje alarmista sobre aquellos usuarios de WhatsApp que no aceptaron las nuevas condiciones, omitiendo que la situación es fácilmente salvable aceptándolas y excluyendo de ellas la de cesión de datos.
Facebook.
Lo que está claro es que los usuarios no quieren que Facebook tenga sus datos de WhatsApp, que incluye el número del teléfono.
Ya me di de baja de Facebook por ser un escaparate de narcisistas exhibicionistas que nos obliga a tragar con todas sus pequeñeces existenciales, lo mismo que Instagram y los grupos de WhatsApp.
Casi estoy deseando que WhatsApp lo haga y así quitarme de encima esos grupos de postureo y exhibición de un plumazo.
Hay algo que tengo claro: si WhatsApp me obligase a ceder algún dato mío me daría de baja de inmediato, sin paños calientes. Hay más opciones y Facebook parece no enterarse.
Si hay algo que sé con certeza es que los errores en el trato con los usuarios se pagan caros. Facebook aún no debe de saberlo.
Tiempo al tiempo.
Ayudas agrarias a campos de golf
La Comunidad Europea está que se sale: a partir de 2018 permitirá que los campos de golf reciban ayudas agrarias.
No hay como tener claras las prioridades: un campo de golf es equiparable a cualquier cultivo. Claro que sí.
Que gusto da ver que en Bruselas están en lo que tienen que estar: el bien común.
¿Que hay desahucios? ¡Nah! Tonterías: que vivan los campos de golf.
Toni, cariño, no: eso no es así
Toni Cantó nos ha deleitado con la siguiente frase: "Es una mayoría social la que ha decidido que el señor Rajoy sea el presidente".
Señor Cantó: confundir que una mayoría social (¿qué otra mayoría iba a ser? ¿empresarial?) haya votado al señor Rajoy con que eso decida que éste sea presidente, es bastante tosco por su parte, por no llamarlo tergiversación.
Parece mentira que usted, siendo diputado, diga tal estupidez, sabiendo cómo se decide quién es el presidente, o quizás simplemente está jugando a ser uno de esos políticos que tanto desprecia la sociedad y que se dedican a ir diciendo embustes cada vez que tienen ocasión de salir en una foto, con el fin de decir algo llamativo aunque no sea fiel a la verdad.
Enhorabuena señor Cantó: ha conseguido usted hacerse político como los demás por méritos propios.
Un político de ejemplo, que no ejemplar
Albert Rivera es un ejemplo de político. No porque sea ejemplar, sino porque cumple con todo lo que vemos que hacen los políticos y no deberían.
Por desgracia para él, su partido ha aterrizado en el congreso de los diputados en una época difícil parar los cuentacuentos. Y eso es lo que le está haciendo más daño.
Sus vaivenes mentales le ponen una y otra vez en aprietos, de los que intenta salir de nuevo con otro vaivén. Ni en los circos hay tantos juegos malabares.
¡Jo, jo jo! Las aseguradoras y los gobiernos
Que los políticos son una vergüenza es algo indiscutible. Son tantas incompetencias, una detrás de otra, que ya no queda duda.
Pero una más: las aseguradoras consiguen un mejor precio para la cura de la hepatitis C que los gobiernos. Ole.
Luego resulta que nos quejamos sin razón.
Si tuviera una barita mágica con una estrella el la punta les daba con ella en la cabeza hasta hacerles inteligentes, honestos y sinceros.
Patenta, patenta, que algo queda
Una patente debe cumplir ciertos requisitos, entre ellos, que sea innovadora, al menos en España y Australia.
Por este motivo rechazaron en este último país el intento de patentar la rueda. Tal cual lo lees. Aunque hay que matizar que esa patente la inscribió alguien para demostrar lo absurdo que estaba siendo el sistema en que se conceden, aunque se la rechazaron después de aprobársela, publicarlo y armarse un folloncito.
No obstante, Apple ha patentado una bolsa de papel con asas. También tal cual lo lees.
Me dan ganas de patentar cada una de mis creaciones en la taza del wáter.
Pero entonces recuerdo que hay dos formas de pedir una patente, al menos en España.
Una, la más barata, consiste en su mero registro.
La segunda, sustancialmente más cara, incluye su revisión y te asegura que no existe una patente previa de lo mismo y que la patente es válida.
Claramente Apple ha optado por la primera.
Claro que, teniendo un ejército de curiosos sin demasiado criterio pendientes de cuando estornuda Apple, al menos han obtenido publicidad.
Casi tan brillante como las "fugas" de información que tiene en los momentos más adecuados.
Señor político: explíqueme qué está haciendo
Lo de los políticos no sé si tiene nombre, pero de tenerlo no será bonito.
Recordemos que los políticos nos representan y por lo tanto deben seguir (sí, deben) seguir lo que les digan a quienes representan.
También deben (sí, deben) dar explicaciones de lo que hacen y por qué lo hacen.
Pero nuestros políticos no son capaces ni de esto último. Intentan hacerlo con toscos embustes que, por increíble que parezca, aún se tragan muchos.
"Son los menos malos" es un argumento muy usado. Coma usted un plato de gusanos con deleite y sonría al terminarse la generosa ración, que la alternativa es uno de boñiga de vaca. Sonría y siéntate afortunado.
No: esto puede ser habitual, pero no normal.
Lo de dar ruedas de prensa sin admitir preguntas es inaceptable, pero darlas a través de un televisor o, peor aún, grabadas, es el colmo: si siquiera quieren pasar el mal rato al intentar explicar la incoherencia de sus mentiras.
Cualquiera debería ser fiel a la verdad (al menos a la que conoce) pero en los políticos es una obligación. No hacerlo debería considerarse traición al estado, sin máss.
Pero son estos mismos políticos son los que hacen las leyes. Y luego viene lo que viene: la historia ya nos lo ha enseñado.
Pero a lo tonto a lo tonto, con un pasito adelante y dos atrás consiguen hacernos tragar balas de cañón.
Estos políticos se olvidan que no pueden huir de la sociedad a la que están tomando el pelo.
Esa sociedad en la que viven sus cómodas vidas, de la que viven, en la que han enquistado su forma de hacer.
Ustedes se están haciendo la cama en la que les tocará acostarse. Ustedes verán.
Por qué sin gobierno estamos mejor
España (sus políticos) llevan haciendo el imbécil desde el año pasado. Bueno, no es algo que me sorprenda: cada uno obra conforme a lo que es.
Pero esta es una de las mejores situaciones políticas que he vivido: ningún partido con mayoría absoluta en la que están obligados a ponerse de acuerdo en qué es mejor para todos: para todos.
Y no lo consiguen, lo que dice mucho de qué concepto tienen de qué es el bien común y de su capacidad para lograrlo.
Con políticos así, es mejor que el estado siga con un gobierno en funciones que se limite a mantener en funcionamiento lo que ya está en marcha, y así evitar más estropicios.
Además, esta situación les ha mantenido hasta el momento en una eterna campaña electoral en que se les ha visto el plumero a muchos, a prácticamente todos. Han pasado de decir una cosa a decir la contraria sin pestañear y todos viéndolo con estupor.
Les vemos mentir y ellos lo ven tan normal, como acostumbrados están a ello.
¿Estos políticos son los que tienen que representarnos? Apañados estamos entonces.
Y los alemanes también
Que los políticos ingleses son finos embusteros, es algo que ya conocemos.
Pero lo de los alemanes, sinceramente, no es algo que diera por supuesto.
Después de que en 2011 Alemania (sus políticos) pusieran el grito en el cielo porque Facebook violaba el derecho a la intimidad, ahora nos regalan esta perlaza.
Dieciocho leyes (18) leyes se han saltado del tirón. Para que no tengan nada que envidiar a la NSA. Son unos campeones, y en nuestra cara.
Más de lo mismo.
Universidades ¿ejemplares?
Las universidades deben ser un hervidero de ideas, creaciones, sabiduría e investigación.
¿Lo son? Lamentablemente, en muchos casos, no.
Cuando floreció la idea de "enseñanza para todos", con iniciativas como Coursera, a varias universidades españolas les faltó tiempo para subirse al carro, con un catálogo de cursos que, en el mejor caso, puede calificarse de purria. Pero lo importante era que se las asociara con la idea. No sorprende: parece que las universidades españolas tienen ese aire de importancia, que en muchos casos no se corresponde con la realidad.
Pero veamos uno de esos casos, en el que la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) se ha cubierto de gloria cuando dio su salto al carro de la educación gratuita, cayendo de bruces en la cuneta: es este.
Lo anuncian a bombo y platillo y resulta que los documentos, el corazón del tema, son de acceso restringido: olé.
No han entendido nada.
¡Mira mamá! ¡Sin cable! (Auriculares inalámbricos: la cagada de la década)
Cuando no puedes mejorar nada, sencillamente cámbialo. A los consumidores, (distinto que "clientes") les gusta consumir, de ahí su nombre.
Porque no te vas a comprar dos iguales, así que tienen que ser diferentes.
Y esta vez le toca a los auriculares.
Los fabricantes de auriculares ya se han esforzado sobremanera en que dejen de funcionar al cabo de poco, con conectores rectos y cables de poca calidad, eso cuando no te toman el pelo directamente con unos armatostes más grandes que las ensaimadas de la princesa Leia y calidad más que dudosa.
Pero todo esto es insuficiente: quieren más.
Así que quitamos del móvil el conector mini-jack de toda la vida y las alternativas van a ser (agárrate que vienen curvas):
1.- Usar el conector propio del móvil. Merced a la estandarización que han acordado los fabricantes (risas de fondo), solo tendrás que comprar una mierda de cable que convierta un conector en otro y por el cual te van a cobrar, al menos Apple, un riñón en comparación a lo que vale.
2.- Auriculares bluetooth. Gracias al enorme progreso de la tecnología de las baterías (más risas de fondo) te vas a quedar sin batería en un achús-jesús. Por no contarte lo que será la vida útil de éstas y que, como no, no se podrán cambiar, por lo que tendrás que tirarlos y comprar unos nuevos.
En conjunto, un negocio redondo, como ya nos tiene acostumbrados Apple y las empresas que la rodean.
Pero ¿qué podemos hacer los mindunguis mortales ante semejante gilipollez? Muy sencillo: no comprarlo. Y listos.
Cuando tengan un stock sin vender como para hacer una montaña desde la cima de la cual poder tocar la Luna, quizás entonces, solo quizás, los genios a los que se les ocurren todas estas pamplinas entren en razón.
Otra opción es, además, crearte un blog y despacharte a gusto con todas estas subnormalidades.: Es tan terapéutico...
"No responda a esta dirección de correo"
Que un cliente contacte contigo es una bendición. Te da la oportunidad de satisfacerle, lo cual es la base de cualquier negocio.
Sin embargo hay empresas que se dan el lujo de enviarte correos automatizados con la coletilla "No responda a este correo", sin más.
Ole el trato amable y servicial.