No es eso lo que pasa en Catalunya

Hace muchos años que vivo en Cataluya y, en vista de las barbaridades que estoy oyendo, creo necesario aclarar algunas cosas de primera mano, para aquel que pueda interesarle y que no las tenga cerca.

En Catalunya jamás nadie me ha exigido hablar catalán. Jamás he visto a nadie dirigirse a otra persona hablando catalán, que le contesten en castellano y el primero siga en catalán. Y cuando digo jamás lo hago con todo el sentido de la palabra.

Los políticos españoles, de dentro y fuera de Catalunya pretenden mostrar un conflicto lingüístico que literalmente no existe. Punto.

En Catalunya se habla tanto en catalán como en castellano, y se cambia de uno a otro con una exquisita fluidez y educación, porque lo que se prima es la comunicación y en dos frases automáticamente se llega a un acuerdo de en qué idioma continuar la conversación.

Y esto llega hasta el punto de que la madre de una amiga nos tuvo que hacer notar que ella, cuya lengua materna es el catalán, se dirigía a mí en castellano, que es la mía, por educación, y yo le respondía en catalán, por el mismo motivo.
Y era algo que sucedía con tal normalidad y transparencia, que no nos habíamos dado cuenta de ello hasta que nos lo señalaron.

Esta es la realidad que vivo en Catalunya, sin nada que ver con el discurso de los políticos, a quienes les interesa tener adversarios, reales o inventados, con tal de justificar su puesto en el estado.

Cada vez que les oigo decir semejantes embustes me dejan bien claro lo gilipollas que son, porque no encuentro mejor adjetivo, y que nos toman por lo mismo.

No hay comentarios :

Publicar un comentario