Vivan los artículos alarmistas como este (El Diario).
Artículos como este podemos verlos con más frecuencia de lo que que realmente sería lógico.
Son artículos en los ponen el grito el cielo ante nuevas herramientas.
Incluso se las califica de adicciones: adicción al móvil, al ordenador...
Nada respecto otras cosas más preocupantes, como por ejemplo esa necesidad de publicar tu mejor foto en Facebook con enfermiza frecuencia, la de publicar cualquier cosa que te llevas a la boca en Instagram, la de dar la paliza con docenas de fotos de tus vacaciones a grupos que tú mismo has creado en WhatsApp y de los que poca gente se sale por no llamarte pesado de los cojones, o la de tragarse Sálvame Deluxe en éxtasis. Lo de WhatsApp necesita un artículo a parte por su extensión.
Acceder a Google para buscar información es lo mismo que consultar un libro: exactamente igual. ¿Es menos fiable? No mucho más que un libro, pero todo depende de la fuente de la información, igual que con los libros.
¿Es malo consultar fuentes de información? Por supuesto que no: nadie nace sabiéndolo todo.
Pero a pesar de eso, los periódicos siguen alarmando a los catetos con artículos de ese tipo.
¿Tener luz por la noche es malo? Claramente no: te permite hacer actividades que de otra forma tendrías que hacer de día. Otra cosa es qué actividades. Pero demonizar la luz eléctrica, Google, los móviles o los ordenadores es de estúpidos. De estúpidos rematados.
En cambio no oigo ni leo nada sobre cómo tener ética, eficiencia, lógica, detección de mentiras y embustes o cómo crearse un criterio propio. Eso no interesa. A las personas se las controla mejor cuando están idiotizadas.