Estoy planteándome seriamente dejar de actualizar nada más en mi móvil, de verdad.
Mi última "alegría" ha sido ver como el nuevo teclado de Google no da una con el corrector (otra vez). Después de meses corrigiendo y corrigiendo, cuando ya parecía que atinaba, lo actualizan y otra ver a sufrirlo.
¿Dónde narices ha quedado eso de que "lo que introduce el usuario es sagrado"?
No solo eso. Google, en su afán últimamente desmesurado por estar en todas partes, solo se le ocurre meter en Google Keep un botoncito para hacer búsquedas, como si yo no hiciese ya clic en suficientes sitios equivocados de la pantalla. Pues toma: uno más. Y como el puñetero botón del traductor que aparece al copiar un texto el Google Chrome. ¿Será por veces que le he dado sin querer?
Total: cada vez encuentro más ventajas a no actualizar nada. Porque las actualizaciones son principalmente en beneficio de la empresa y no del usuario.
¿Y la seguridad? Pero ¿qué seguridad? Entre que ya los programas vienen con agujeros de seguridad por los que pasa un camión, y no solucionan ni a la de tres con las actualizaciones, y el espionaje de gobiernos, ya estás jodido antes de empezar.
Eso sí: invariablemente tras cada actualización del firmware el móvil se atasca más y va más lento. Justo lo contrario de lo que debería ser.
Sí, creo que no actualizo nada más. Se acabó mi paciencia.
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